DEMENCIA SENIL EN ESPAÑA. CAUSAS, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

6 Abr 2022

Según un informe publicado por la Fundación Pasqual Maragall, en el año 2020, el número de personas afectadas por casos de demencia senil en Europa aumentará notablemente en los próximos años.

Los casos de demencia senil en España alcanzarán el 4% de su población para el año 2050, frente al 1,83% que padecía esta enfermedad en 2018.

Por su parte, el informe de la asociación Alzheimer Europe, estima que para el año 2025 habrá en España 992.000 personas afectadas por esta enfermedad, que ¡cuidado! no solo afecta a las personas de la tercera edad.

Frente a estos datos y el abrumador avance de la enfermedad, te contamos las causas, cuáles son los síntomas, y cómo se puede tratar la demencia senil de personas mayores de 60 años en España.

Las causas de la demencia senil en personas de la tercera edad

La Organización Mundial de la Salud ha definido la demencia senil como un síndrome, generalmente, crónico o progresivo que se caracteriza por el deterioro de la función cognitiva de la persona que afectada.

Existen diferentes tipos, entre ellos el Alzheimer. Es decir, no es una consecuencia del envejecimiento natural de las personas.

Es una afección en la capacidad de procesar el pensamiento que afecta muchas acciones de la vida diaria: el cálculo, el lenguaje, la capacidad de aprendizaje, de comprensión, el pensamiento, la orientación y la pérdida de memoria.

Según los datos publicados en los últimos informes, tanto a nivel europeo como en España la demencia senil afecta más a las mujeres. En 2018, en Europa, 6,6 millones de mujeres sufrían demencia senil, frente a 3,1 millones de hombres.

A nivel local, los datos indican que las mujeres afectadas en España, en 2018, alcanzaban los 580.758 casos, frente a los 271.984 de los hombres. Y esta tendencia continuará en los próximos años.

¿Cuáles son las causas de esta enfermedad?

La demencia es resultado del daño de células nerviosas y la pérdida de sus conexiones con el cerebro.

Los casos en personas mayores aparecen con frecuencia a partir de los 60 años de edad. Por esta razón, uno de los factores principales asociados al desarrollo de esta enfermedad es el proceso de envejecimiento.

El impacto en cada persona será diferente, dependiendo de la parte del cerebro afectada. Por esta razón, y como ya se ha dicho más arriba, existen diferentes tipos de demencia.

Diferentes tipos de demencia senil

La enfermedad de Alzheimer, es la más frecuente, caracterizada como neurodegenerativa, afecta las neuronas de la corteza cerebral.

También existen las demencias de tipo vascular, son la consecuencia de los accidentes cerebrovasculares, la sangre deja de irrigar al cerebro y provoca muerte de neuronas.

La demencia por cuerpos de Lewy, afecta la actividad de algunos neurotransmisores, altera el comportamiento, la percepción y el pensamiento en las personas, provocando deterioro cognitivo.

Y la enfermedad de Pick, también conocida como demencia fronto-temporal, porque causa lesiones en esa zona cerebral.

Síntomas de la demencia senil: cognitivos y conductuales

Se conoce que la pérdida de memoria es uno de los indicadores de demencia socialmente más conocidos. Pero está claro que como única variable identificada no es un síntoma en sí mismo.

Como ante cualquier otra enfermedad deben presentarse por lo menos dos o más síntomas, en este caso, dos o más disfunciones neuronales.

A continuación, se indican una serie de signos o síntomas que con frecuencia son comunes en las personas mayores con demencia:

Aspectos cognitivos: desorientación (temporal, espacial y de personas), alteración de la memoria, déficit de atención, alteración del lenguaje (disminución de la capacidad de expresión), apraxias (incapacidad para realizar una tarea, a pesar de haber comprendido el pedido), agnosias (incapacidad de reconocer estímulos ya aprendidos).

Alteraciones conductuales: estos síntomas pueden aparecer a causa de la propia demencia, estimulados por la personalidad previa, por el contexto, o incluso por otras causas físicas como dolor, los efectos de fármacos administrados, deshidratación, infecciones, entre otros.

Y se manifiestan como: agitación, deambulación errática, irritabilidad, alteración del sueño, mutismo, labilidad emocional, desinhibición verbal o sexual, y trastorno de conducta alimentaria.

¿Cómo se puede tratar la demencia senil en personas mayores de 60 años?

El deterioro de las células del sistema nervioso es irreversible. Es decir, no es posible curar la demencia.

No obstante, si bien no hay tratamiento para recuperar las partes del cerebro dañadas, si es posible brindar tratamientos que ayuden a controlar los síntomas y faciliten una mejor calidad de vida a la persona enferma.

Aclarado esto, existen dos tipos de tratamiento: farmacológicos y terapias.

Tratamientos farmacológicos

Los tratamientos farmacológicos administran inhibidores de la colinesterasa, que es una enzima clave en las funciones neuronales y en las conexiones nerviosas del cerebro.

Esta medicación sirve para ayudar a elevar los niveles de acetilcolina (sustancia química liberada por las células nerviosas que envía señales a otras células) en el cerebro, muy útil para ayudar a la memoria.

También se pueden indicar medicamentos para algunos síntomas en concreto, como por ejemplo depresión, ansiedad, alteraciones del comportamiento, etc.

Tratamiento con terapia: ocupacional, de contexto y tareas simples

Terapia ocupacional (consiste en hacer del hogar un lugar seguro, para prevenir accidentes domésticos, controlar el comportamiento y acompañar el transcurso de la enfermedad);

Modificación del entorno (consiste en reducir el desorden y el ruido, para construir un ambiente de estabilidad que ayude a la concentración de la persona enferma y promueva cierta autonomía);

Y por último, simplificar las tareas (consiste en rutinas de pasos simples que ayudan a reducir la confusión de las personas con demencia).

En Cugat Residencial acompañamos a las familias de, y las personas con demencia, porque juntos podemos ofrecerle una mejor calidad de vida, en un entorno con estabilidad y cariño, para atravesar esa etapa tan vulnerable.