De pequeños nos encanta estar todo el día pintando y coloreando, ya fuese en cuadernos, en pizarras, en manteles, o incluso en la pared. Esa actividad tan artística y que tanto entretiene, no solo es buena para los niños, sino que para cualquier persona, especialmente los mayores.
Pintar, mejor o peor, es algo que todos sabemos hacer y hemos hecho alguna vez en nuestra vida. En las personas mayores tiene especial importancia, ya que ayuda a desarrollar y mantener muchas capacidades.
BENEFICIOS DE LA PINTURA
Con la pintura se desarrollan múltiples y variadas capacidades, como son la paciencia y la concentración, la perseverancia o la expresión y diversión.
Beneficios en el cerebro. Con la pintura se estimulan ambos hemisferios del cerebro, se estimula el lado lógico y racional junto con el lado creativo y de las emociones. Por lo tanto, al pintar se estimula la imaginación y se hace trabajar al cerebro por completo, evitando enfermedades como el Alzheimer.
Salud mental. Mientras se está pintando, la persona está concentrada en ello, por lo tanto se olvida de todo lo de alrededor, de los problemas, de los dolores físicos. Además ayuda a mejorar la perseverancia y ver que poco a poco nos podemos superar y mejorar.
Mejora en la autoestima. Con la pintura, los mayores sienten que pueden ser valiosos, que pueden hacer cosas independientes y como ellos quieren, consiguiendo logros y siendo felices. Esto repercute directamente en el estado de salud.
Mejora en la motricidad. Los utensilios para pintar suelen ser finos, y el manejo de esto y que salgan los trazos deseados, hacen que haya que combinar con destreza tanto los músculos, como los huesos y los nervios, para así producir finos movimientos. El agarre y manejo del pincel o lápiz ayuda a mejorar y controlar los movimientos de la mano, del brazo, y todas las conexiones con el cerebro.
Diversión y comunicación. La pintura se puede realizar solo, en talleres, con los nietos, o como se quiera, por lo tanto es una magnífica actividad para pasar un buen rato, socializar y conversar con más gente. Para aprender de las técnicas de otros compañeros o para enseñar a dibujar a los nietos. También es un reflejo del alma, por lo que es muy beneficioso para las personas que no pueden o les cuesta comunicarse, y así poder abrirse un poco al mundo que les rodea.
Mediante la pintura, uno hace lo que quiere y como quiere, generándole gran satisfacción a la vez que resulta beneficioso para la salud y el bienestar en general.