En general sabemos que la exposición a los rayos UV de forma continuada y en horas cercanas al mediodía tiene efectos negativos para la salud.
En España, según los datos publicados por la Agencia Estatal de Meteorología, que tiene más de veinte estaciones que miden de manera constante los niveles de rayos UV, informa que los valores máximos más comunes en la Península, en días despejados, al mediodía están entre 9 y11.
Hoy te contamos qué medidas de prevención y cuidado de la piel son recomendables a la hora de dar un paseo por la playa. Una de las actividades que más nos gustan del verano en Residencial Cugat.
¿Cuáles son los efectos del envejecimiento en la piel?
Pasados los 60 años la piel se vuelve más sensible y delgada, pierde grasa y otras cualidades volviéndose más vulnerable a los agentes externos. A causa del envejecimiento la piel se arruga y también tarda más en curar leves heridas superficiales como un arañazo o un pequeño golpe, y también las quemaduras que puedan provocar la exposición al sol.
Ésta última es una de las agresiones externas más notable en el proceso de envejecimiento de la piel, con huellas cutáneas muy evidentes en edades avanzadas. Las consecuencias de la exposición a los rayos UV sin precauciones puede provocar daños en las diferentes capas de la piel:
- Pérdida de las células productoras de queratina en la capa superficial de la piel.
- Adelgazamiento de la capa intermedia de la piel formada por las células que producen colágeno y elastina.
- Disminución de lípidos en la capa más profunda de la piel.
Como consecuencia de este deterioro, la piel de la vejez tiene una menor protección natural frente al sol y los cambios de temperatura, que se manifiesta en forma de:
- Arrugas.
- Flacidez.
- Manchas superficiales (manchas hepáticas y lentigos).
- Pérdida de pigmentación (melanina).
- Lunares.
- Vasos sanguíneos más visibles y expuestos.
- Dificultades en la cicatrización.
- Mayor propensión a la aparición de úlceras y hematomas.
Beneficios de la exposición solar (con precaución)
Si bien advertimos acerca el deterioro de la piel durante la vejez y los efectos de la exposición solar, no todo son malas noticias. Con las precauciones necesarias la exposición a la luz solar tiene también efectos positivos para las personas en general, y para los adultos mayores en particular. Por ejemplo:
Para los huesos sanos, la luz del sol es imprescindible; ayuda al cuerpo a mantener los niveles de vitamina D que estimulan la absorción del calcio y promueve el fortalecimiento de los huesos. Conclusión: ayuda a reducir el riesgo de contraer enfermedades óseas (osteoporosis y/o fracturas).
También retrasa el envejecimiento ocular. Otra vez la protagonista es la vitamina D, fundamental para prevenir la degeneración macular propia del envejecimiento. ¿Cómo lo hace? El contacto de los ojos envejecidos con el sol reduce la inflamación y mejora la vista.
Y también tiene beneficios en el ciclo del sueño. Los rayos ultravioleta reducen la producción de melatonina (hormona del sueño), lo que ayuda a sentirse más despierto.
5 consejos para proteger la piel de las personas mayores este verano
En Cugat Residencial nos gusta mucho disfrutar no solo de las vistas que tenemos en primera línea de playa, sino de dar paseos en compañía con nuestros residentes. A continuación, algunas recomendaciones que aplicamos para proteger del sol a las personas mayores durante la temporada estival:
- Usar sombrilla tanto en la playa como en la piscina. El bronceado y las quemaduras solares aumentan de manera considerable el riesgo de contraer cáncer de piel.
- Aplicar protector solar diariamente, y como ocurre con los niños, éste debe ser especial para pieles en proceso de envejecimiento. Deben contar con todos los complementos de protección natural que la piel a perdido. Lo más recomendable es emplear productos con un factor de protección muy alto (SPF 50) tanto en la cara como en el cuerpo.
- La hidratación es esencial, por dentro y por fuera. Es decir, no solo ingerir mucho líquido en forma de agua, o alimentos con alto contenido hídrico (frutas y verduras), sino que también es necesario mantener la piel hidratada con una loción o crema de alta calidad.
- Usar ropa protectora. Se recomienda en primer lugar el uso de sobreros para que la exposición solar de la vista sea beneficiosa, y además el uso de pantalones y camisas de manga larga que proporcionan protección extra contra el sol para momentos en los que apetece estar al aire libre.
- Cuidado con el sol y los medicamentos. El consumo de algunos fármacos vuelve la piel más sensible y la exposición al sol puede provocar daños graves como quemaduras, ampollas, erupciones o hinchazón.
Algunos de estos medicamentos son: antibióticos (tetraciclina y las sulfamidas), diuréticos (píldoras de agua), antidepresivos, antipsicóticos, anti-diabéticos y algunos medicamentos para el acné que contienen vitamina A o sus derivados. Se recomienda consultar con su médico.
¡Ahora sí, ven a disfrutar con nosotros de la playa!